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Una historia cuenta que en el siglo XVI unas brujas malas vivían en una fuente, en medio de un monte, en los alrededores de Toboso. Las brujas decidieron apoderarse del Toboso, pero para eso necesitaban mucho tiempo. Primeramente decidieron convertir el monte en un volcán para que no las descubrieran. Crearon un camino subterráneo hasta llegar a una fuente que la habían colocado en una explanada, cerca del pueblo. A las 12 de la noche echaron a la fuente: ranas, mandrágoras, colas de serpientes, ojos de murciélago y colmillos de elefantes, para que el que bebiera agua de esa fuente se quedara dormido durante mucho tiempo. Todos bebieron de la fuente embrujada excepto un guerrero que no se fiaba del agua porque era de color verde. Todos se durmieron excepto el guerrero que no bebió de la fuente. Entonces pensó que serian las brujas que vió el otro día que se escondían en un volcán y que nadie lo había visto antes . Al día siguiente fue al volcán y mató a todas las brujas Antes de que ocurriera todo eso la ultima bruja que el guerrero mato echo un hechizo:
“el que bebiera de esa fuente se moriría”. Y desde entonces la fuente de la explanada y el volcán están hechizados y toda la gente que vive ahora en Toboso no bebe agua de esa fuente desde hace mucho tiempo.

1 comentarios:

  1. Me gusta mucho tu leyenda.

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