Érase una vez una niña llamada Lucía. Un día sus padres la abandonaron. Ahora vive en el bosque en un coche que estaba perdido. Un día se fue de paseo y vio una casa hecha de paja, se acercó a ver que veía. Dentro de la casa había un señor, una señora y un niño que acababa de nacer llamado Jesús. Cómo a la niña le gustaba tanto ese sitio tan acogedor y tan calentito, le preguntó a los padres del niño que si se podía quedar a vivir, y aceptaron. Los padres de Lucía estaban muy preocupados y arrepentidos y decidieron salir a buscarla. Había empezado a nevar con mucha intensidad, y hacía mucho frío, pero ellos no paraban de ir a tantos sitios, entraron en el bosque a ver si la encontraban ya que fue donde la abandonaron. El cielo estaba demasiado oscuro y el frío penetraba en sus cuerpos, las fuerzas se agotaban, pero tenían esperanzas de encontrarla. A lo lejos vieron una luz y se acercaron, era una casa de paja y llamaron a la puerta. De repente se abrió la puerta, y estos se llevaron una sorpresa pues era Lucía. Se abrazaron, lloraron de tanta alegría que les dió por volver a encontrarla y se prometieron que no se separarían jamás. Pasaron la noche en la cabaña, dieron las gracias la la familia por acoger a Lucía. Al día siguiente había dejado de nevar y de hacer frío y juntos regresaron a casa. La familia de Jesús se quedó muy contenta al ver que Lucía había encontrado a sus padres.
Escrito por Marina
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